Patata azul

La patata azul era el único ingrediente que me faltaba para hacer la receta que supondría la comida de San Valentín.
Al principio pensé que no la encontraría y que debería resignarme, pero mi mente se abrió y decidí ir a buscarla a la Boquería (allí seguro, seguro, seguro, la encontraría). Y así hice, el sábado por la tarde fuimos al centro de Barcelona, nos bajamos en Diagonal (línea 3, la verde) por la salida de Passeig de Gràcia. La primera parada fue ir a la Casa del Llibre, a comprar un libro que también sabíamos seguro que sólo lo encontraríamos allí: Claudio el Dios y su esposa Mesalina.
Al acabar cruzamos por la calle Valencia para ir hasta Rambla Catalunya y ojear la tienda Zara Home, después de allí ya fuimos directos hacia la Boquería.
Para ser las tres de la tarde había muchísima gente por allí. Entramos en la Boquería y en la primera frutería, nada más entrar, preguntamos, por ese preciado tesoro (bueno tesoro para mí jejeje) y la dependienta nos dije que seguro lo encontraríamos en el puesto de al lado. Fuimos hasta la otra tienda, preguntamos por ella y sí la tenían. Compre tres, eran pequeñas.
Salíamos ya del recinto de la Boquería y en el puesto que habíamos preguntado primero, había una especie de pirámide con ciruelas rojas, ay se me antojaron. Compre dos, qué sabrosas estaban (bueno por lo que me costaron las 2 tenían que estarlo!!).
Cogimos el metro allí mismo, en Liceo y camino de casa de mi madre.
Ya tenía el ingrediente más difícl de encontrar de la receta, yo ya estaba eufórica por haberlo encontrado. Sabía que con esa patata azul, la comida sería todo un éxito.
Y así fue, bueno he de matizar la primera torta que hice (uno de sus ingredientes era mi tesoro) me quedó un bastante fea, ya que la sartén que utilicé se pegaba la torta por el medio, pero tuve reflejos y lo cambié a otra sarten nueva. La segunda torta quedó muy bien.
A mi marido el pato que hicé le encantó, yo no las tenía todas conmigo puesto que la torta llevaba además pimiento rojo y pimiento verde, y él no come nunca... Pero le encantó la sinfonía de sabores...
Querida "Los Sueños Vuelan", la próxima vez que vengas a casa te haré este exquisito plato del libro que me regalaste de la Arquiñana (es decir, Eva Arguiñano), "Hoy cocinás tú".
El plato en cuestión es "pato en confit sobre torta de patata con mermelada de naranja"