domingo, 27 de junio de 2010

Mi gran amor

Me siento tan afortunada de tenerte conmigo Mauro, de momento no puedo separarme de ti, sólo cuándo te quedas con tu papi, con nadie más (supongo que poco a poco lo iré dejando con familiares).
Hoy nos hemos echado una siesta de dos horas los dos juntos, en el sofá, tu encima de mi barriga como antes...
Te tendría todo el día en mis brazos pero sino no podría hacer nada puesto que pasamos muchas horas solos, juntos.
Después de tomar el bibi te he puesto en el moisés y has estado un buen rato hasta que has hecho popó y te he cambiado. Nos hemos venido a la que, por ahora, es nuestra habitación, estamos escuchando música y tú estás jugando con las figuritas de la hamaquita.
Te miró y me das tanta ternura y los ojos quieren llenarse de lágrimas, pero de felicidad, me embarga una gran emoción.
Sabes, por fin estoy aceptando que eres mío, que no como dice tu papi eres un sobrino al que he de llevar de nuevo con sus padres. No tú eres mío no tienes que irte con nadie sino quedarte conmigo para que yo sea quién te cuide.
Hoy hemos hecho los ejercicios y por primera vez has levantado muy bien la cabeza boca abajo, te he grabado en vídeo para que lo veo tu papi.
El resto del día lo has pasado durmiendo.
Te quiero mucho Mauro.

sábado, 19 de junio de 2010

La botella medio llena

Por ahora, prueba superada.
Llevo varios meses con el pensamiento positivo para poder echar de mi mente a la negativiad.
Más o menos llevo dos semanas de lucha intensa pues ha aparecido en escena la ansiedad. Cada día es una lucha diferente y la de hoy, por ahora, la he vencido.
Estoy contenta por ello.

lunes, 14 de junio de 2010

La fiesta de la mamma

Ayer, 13 de junio, la Mamma cumplía 76 primaveras. Inicialmente íbamos a ir a celebrarlo Marce, Mauro, yo y ella a un restaurant. Pero los planes se trastocaron llegando a mediados de semana. Marce al final tenía que trabajar ese domingo.
Y a la Mamma se le ocurrió la brillante idea de invitar a todos sus hijos/as a comer y así celebrar su 76 cumpleaños, pues se siente como si hubiera nacido de nuevo tras la operación de triple by pass.
Nos reunió a casi todos en su casa. Comimos unos en el comedor y otros en la cocina, más o menos éramos entre 25 y 30.
Ella estaba feliz y sus hijos mayores contentos de volverse a juntar y compartir recuerdos de niñez. Los pequeños nos solemos ver y compratir más a menudo.
De menú había: entrantes, ensaladilla rusa, pollo con patatas (cortesía de Rostisseria Landremont) y tarta de cumpleaños.
Me lo pasé bien, fui a mi bola y pasé de todos aquellos que no me hablan (son dos) aunque he de decir que uno de los que no me hablan vino a ver a Mauro y cuándo se marcho ya llegada la noche se despidió de mí. La otra persona pasó por mi sin pena ni gloria. Qué triste pero yo no puedo hacer nada solamente pasar y vivir y dejar vivir.
Lo importante es que en general lo pasamos todos muy bien. No somos tan "ogros" como nos hemos pintado siempre.