domingo, 23 de noviembre de 2008

El restaurant


Os acordáis de aquel anuncio en el que una chica entraba en el cohe de su supuesto "ligue" y se quedaba horrorizada al ver los asientos tapizados como si fuera piel de tigre?

Pues hoy a mi marido y a mí nos ha pasado algo parecido pero en este caso no era con un coche sino con un "supuesto" restaurant.

Nos ha dado ahora por ir probando, de vez en cuando, restaurantes y hoy hemos escogido uno que está anunciado en nuestro pueblo y también por la carretera yendo al Pont de Vilomara.

Dicho "restaurant" está situado en lo alto de la montaña, hemos llegado pasadas la 13:30.

Ya sin entrar se vislumbraba un poco cutre pero una vez abierta la puerta y viendo la cortina de humo del tabaco y que las mesas no estaban preparadas para recibir a los clientes, me refiero a puestos los servicios correspondientes (copas, cubiertos, manteles). Las mesas estaban peladas.

Ha sido total la sensación de horror que hemos experimentado. Inmediatamente mi idea era salir de allí corriendo, a toda velocidad. Pero mi marido ha tenido más reflejos y me ha propuesto que tomaramos allí un aperitivo. Los nervios no nos dejaban pedir una simple bebida y una bolsa de patatas, nos hemos equivocado 3 veces al pedir. ¿Se ha notado mucho que nuestra intención era comer allí? jajaja me río sólo de pensarlo.

La cuestión es que en menos de cinco minutos nos hemos tomado el dichoso aperitivo y hemos huído de allí a nuestro refugio: Les Arrels